Cada Región tiene su propio gobierno y parlamento, el cual es elegido en periodos de cinco años.
Las Regiones son libres de organizar sus gobiernos estatales en la forma que deseen, mientras se ajusten a las exigencias de la Constitución Federal.
A pesar de que las Regiones siguen las líneas generales el modelo federal, pueden haber diferencias significativas en algunos de ellos.
A nivel nacional, los gobiernos de cada Región están representados en el Senado, al que la Constitución le atribuye la competencia para aprobar o rechazar las leyes de la Federación cuando afectan directamente a alguna Región.
Todas las Regiones tienen los mismos poderes y competencias.
Las Regiones tienen autonomía para:
- Elegir su lengua oficial
- Elaborar su propia Constitución, la cual no deberá contradecir lo acordado por la Constitución Federal
- Modificar su división territorial (interna)
- Autonomía financiera
- Desarrollo económico de la Región
- Construcción, mantenimiento y financiación de Institutos de Educación Secundaría y F.P.
- Construcción y mantenimiento de carreteras regionales (antiguas carreteras autonómicas)
- Otros planes de construcción y mantenimiento que competen a la Región (centros tecnológicos, universidades regionales, etc...)
- Bienestar social
- Creación y financiación de cuerpos de seguridad regionales
- Financiación y fomento de la cultura y el turismo
- Elección de representante en el Senado
- Recuento de los votos en elecciones Federales y/o Europeas
Son las encargadas de recaudar los impuestos mediante las administraciones de la Agencia Tributaria adscritas a cada Región, los impuestos recaudados en cada entidad federal se administran de la siguente forma:
- Un 50% de los impuestos se administran directamente por la Región que los recauda, y se añaden a su presupuesto.
- Un 25% se destinan a las arcas del Estado Federal.
- El 25% restante se destinan al Fondo de Rescate Regional (FRR), que se destina a ayudar a financiar económicamente a las Regiones que lo necesiten.